“La leche es uno de los alimentos más completos”.
“La leche es uno de los alimentos más completos”.
El ser humano empezó a domesticar a los miembros de la especie Bos taurus, más conocidos como vacas lecheras, hace más de 10 000 años. Sin embargo, hasta el siglo xviii de nuestra era, la leche era un producto de bajo consumo, pues tenía el inconveniente de que solo se la podía conservar durante unas pocas horas. Por ese motivo, difícilmente se podía abastecer a las poblaciones urbanas. Recién en el siglo xx, luego del descubrimiento de la pasteurización y con el subsecuente incremento en su durabilidad, la leche se impuso como bebida popular y su producción se industrializó.
Actualmente, las vacas lecheras de razas mejoradas se han convertido en verdaderas máquinas productoras de leche, con producciones de hasta 50 litros diarios y promedios de 20 a 30 litros. Para mantener estas producciones tan elevadas, se requiere de animales de buena genética, climas templados, una sanidad e higiene excelentes y, sobretodo, una alimentación bien equilibrada; puesto que no se puede exagerar con algunos suplementos por su alto costo, debido a que esto ocasiona que una granja lechera se vuelva económicamente inviable; o, por el contrario, se subalimente al ganado, ocasionando que el animal no rinda de acuerdo a su capacidad genética.
La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo per cápita de 160 litros de leche al año; sin embargo, en Bolivia solo se consumen 43. La buena noticia es que la producción lechera del país se ha más que duplicado en la última década.
Por supuesto, existen muchas personas que no deben tomar leche debido a que sufren de intolerancia a la lactosa o a otro de sus componentes. Casi el 50 porciento de muchas poblaciones humanas estudiadas en Europa y otros lugares, sufren de intolerancia a la lactosa; sin embargo, para el resto de las personas, la leche es uno de los alimentos más completos que se conocen, aunque se recomienda limitar su consumo a uno o dos vasos diarios.
Jorge Arteaga Zambrana